Antes de revisar los métodos para pulir el pewter, es importante tomar en cuenta dos cosas: uno, jamás usemos esmalte de plata en el pewter; y dos, siempre debemos conocer el tipo que tenemos, ya que esto ayudará a determinar el cuidado que necesita.
Tipos de pewter
Existen tres tipos:
- Pulido: brillante y suave.
- Satinado: poco brillante y con una textura granulada.
- Oxidado: más oscuro y con un aspecto viejo.
Pewter pulido
Para el pulido debemos utilizar una solución de agua tibia y detergente de platos para ayudar a eliminar la suciedad de la pieza, luego enjuaguemos con cuidado para secar con un paño suave.
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Pewter satinado
Para el pewter satinado, utilicemos una solución de agua tibia y detergente para platos, lo cual permitirá eliminar suavemente la suciedad de la pieza.
Enjuaguemos con cuidado y sequemos con un paño suave.
Siempre hay que frotar a lo largo del grano cuando limpiemos el satinado (evitemos hacerlo de manera circular).
Se recomienda pulir el pewter satinado muy esporádicamente, y cuando lo hagamos bastará con un pulido simple de esponja fina de acero, frotada suavemente a lo largo del grano.
Pewter oxidado
Una vez que el pewter está viejo y opaco por malos cuidados, es necesario volverlo a pulir. Se puede intentar darle un baño con el agua tibia y secarlo bien con un paño suave. Cuando tiene rayones fuertes o está opaco, la única solución es volver a sacarle brillo. En la mayoría de las ocasiones queda como nuevo ya que solo se le saca brillo al material.
El pewter se puede pulir con motor y ruedas de manta y pasta de pulido.
Ahora que ya sabemos cómo hacerlo, pongamos manos a la obra para que nuestras piezas luzcan como nuevas.
Fuente: New England Today Living
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